Asocio para el Crecimiento: ¿Una estrategia para desencadenar la inversión privada y el crecimiento económico inclusivo?
El asocio para el crecimiento se constituye en una estrategia deliverada para reactivar el crecimiento económico a través de la inversión privada
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El Asocio para el Crecimiento constituye una estrategia de mediano plazo consensuado por los Gobiernos de El Salvador y Estados Unidos para incrementar la inversión privada y el crecimiento económico, que no sólo crea oportunidades económicas sino que asegura el acceso igualitario a dichas oportunidades para todos los estratos de la sociedad.
El proceso que se llevó a cabo inició con un diagnóstico del porqué la economía salvadoreña y la inversión privada no crecían. Continuó con un proceso de diálogo y negociación para establecer una agenda común entre ambos gobiernos, que buscará eliminar las causas de la baja inversión y crecimiento. Se continuó con la firma de una plan de acción conjunto para ser ejecutado en un período comprendido entre 2011 a 2015, con responsabilidades específicas para ambos gobiernos y con el convencimiento pleno de que sería una oportunidad para alinear los esfuerzos individuales hacia la consecución de un objetivo común, junto con otros países y organizaciones cooperantes.
El diagnóstico para el crecimiento reconoció que El Salvador ha presentado un nivel de inversión, respecto al PIB, y un crecimiento por debajo de la media de los países asiáticos y de América en los últimos sesenta y dos años, convirtiéndolo en un candidato idóneo para la aplicación de la metodología de Rodrik, Haussmann y Velasco. Esta metodología permite desarrollar un diagnóstico del crecimiento o Growth Diagnosis, abordando tres posibles causales de la baja inversión, sobre todo privada, como son: el alto costo de financiamiento, el bajo rendimiento de la inversión privada y la baja rentabilidad social.
Se encontró en el estudio desarrollado por ambos gobiernos, que las principales restricciones vinculantes son la violencia, la inseguridad y la baja productividad de los bienes transables; bienes que se comercializan con el resto del mundo vía exportaciones e importaciones.[1]
Se reconoció que un 10.5% del Producto Interno Bruto –PIB, se perdía anualmente por los efectos de la violencia y que las pequeñas y microempresas se veían más afectadas por este problema, debido a que se aumentaban sus costos de producción, se reducía su rentabilidad y se desviaban recursos del Gobierno hacia el combate de la violencia.
La baja productividad se manifiesta en el hecho de que nuestras exportaciones, durante el último período, son casi similares a las de principios de los años sesenta (USG-GOES) y comparando a El Salvador con países de igual tamaño poblacional, se encuentra que el desempeño exportador del país sólo supera a Sierra Leona, República Central Africana y Eritrea.
Un hecho evidente es que la economía salvadoreña requiere la eliminación de estas restricciones vinculantes en el corto plazo, junto a un mayor fortalecimiento de la metodología del Growth Diagnosis, para continuar analizando el crecimiento inclusivo salvadoreño incorporando otras variables como el cambio climático, la pobreza (ADB y ILO, 2010)[2] y la subutilización de la mano de obra (Felipe, 2011)[3].
El plan de acción conjunto[4] y el plan de monitoreo y evaluación[5] del Asocio para el Crecimiento establecieron catorce metas para el seguimiento de la violencia y la inseguridad y seis más dedicadas a la baja productividad de los transables.
Destaca dentro de las responsabilidades de ambos gobiernos, la selección de tres indicadores para medir el éxito de la reducción de la violencia e inseguridad, tales como: la tasa nacional de homicidios; la percepción pública de la seguridad y los procesos legales; y las condenas, como porcentaje de los delitos violentos reportados.
Entre los indicadores para evaluar los avances en el aumento de la productividad de los bienes transables están: el crecimiento del PIB per cápita; las exportaciones como porcentaje del PIB; y la inversión extranjera directa como porcentaje del PIB.
El éxito en la eliminación de las dos restricciones no recae en los gobiernos de El Salvador y de los Estados Unidos, sino que en la sociedad salvadoreña que se constituye en el actor principal para alcanzar un crecimiento inclusivo.
Felipe, Kumar y Abdon (2012)[6] pronostican que la línea de base del crecimiento económico de El Salvador, entre 2010 y 2030, oscilará entre 2.97% y 4.85%, con las condiciones actuales acumuladas y con el grado de sofisticación y diversificación de nuestras exportaciones actuales. La prescripción facultativa es reducir las restricciones vinculantes a la inversión y al crecimiento económico para aspirar a un mayor ritmo de crecimiento económico.
[1] Véase USG-GOES (Pacto para el crecimiento: El Salvador Análisis de Restricciones, 2011) en http://photos.state.gov/libraries/elsavador/92891/PFG/ES%20Constraints_Analysis.pdf
http://photos.state.gov/libraries/elsavador/92891/PFG/ES%20Constraints_Analysis_Espa__ol.pdf
[2] (ADB y ILO, 2010): Country Diagnostics Studies. Indonesia: Critical Development Constraints.
[3] (Felipe, Usui y Abdon, 2011): Rethinking the Growth Diagnostics Approach: Questions from the practitioners”. Journal of International Commerce, Economics and Policy, Vol. 2, No. 2: 251-276.
[5]Véase: http://photos.state.gov/libraries/elsavador/92891/febre2012/PFG_M__amp__E_Espa__ol_Final.pdf
[6] (Felipe y otros, 2012): Using capabilities to project growth 2010-2030″. Journal of the Japanese and International Economies

