El Salvador frente a un entorno de crisis por la pandemia del covid-19: recomendaciones para mejorar las finanzas públicas sin perjudicar el crecimiento económico y lograr mayor equidad

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covid-19, crecimiento económico, propuestas de política pública

En esta investigación abordamos los canales de trasmisión del choque originado por la pandemia COVID19 en la economía salvadoreña junto a los impactos esperados en las condiciones de vida de la población y en la demanda y oferta agregada.

El Salvador desde 2001 se constituyó en una economía dolarizada donde han sido removidas las políticas monetaria, crediticia y cambiaria desde 2001, y el espacio de actuación de la política fiscal es limitada sobre todo en momentos donde la economía mundial se encuentra en recesión.

Se aborda la efectividad de la política epidemiológica junto al confinamiento total que se implantó en un período de ochenta y cinco días, donde no consiguió suavizar la curva de contagios y con esas condiciones de aumento en el número de contagio inicia la desescalada de la cuarentena con la vuelta a las actividades formales de la economía dejando el 70% de los ocupados del sector informal fuera.

Los impactos de la pandemia se traducen en más de 600,00 persona que caen en la pobreza desde perspectiva de ingresos y una pérdida de empleos de al menos 240,000 ocupados con una caída en el crecimiento de 2020 de -7.2% y una leve recuperación de 3.0% en 2021.

Ante la inestabilidad financiera en la economía dolarizada ocasionada por el choque externo durante 2020 que ha producido un déficit de cuenta corriente, los formuladores de política decidieron desarrollar una política de incremento de gasto ante la caída de ingresos tributarios que da como resultado que para financiar el déficit se emplee financiamiento vía emisiones de bonos, que elevan la tasa de interés, exacerbando aún más, el déficit fiscal.

En una economía dolarizada como la salvadoreña, comprender los mecanismos de financiamiento del sector público conlleve analizar la evolución de los balances financieros del sector privado y la otra cara de la moneda: el déficit en cuenta corriente de la economía salvadoreña. Los déficits en cuenta corriente se explican por la evolución de los déficits comerciales. Los desequilibrios son el resultado natural del comercio entre países con discapacidades competitivas y tecnológicas diferentes, los déficits fiscales no pueden explicar adecuadamente estos desequilibrios.

El International Monetay Found (2020, b) recomendó para 2021 a 2024 una política de endurecimiento fiscal con un ajuste fiscal entre 2021 a 2024 de alrededor del 3% del PIB que traerá otro choque negativo en las condiciones de vida de la población salvadoreña mientras se proponer en esta investigación otro camino que mejore las finanzas públicas sin perjudicar el crecimiento económico y lograr mayor equidad. 

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